Por ROGELIO SEGOVIANO
Justo cuando se cumplen tres décadas del estreno mundial de la exitosa comedia El príncipe del rap (The Fresh Prince of Bel-Air), que ayudó a lanzar a la fama al actor Will Smith, trascendió que varias plataformas de streaming están pujando muy fuerte por hacerse de los derechos de una nueva versión de esta misma serie (reboot) que ya prepara la propia estrella de Hollywood, y cuya primera temporada deberá estar lista en los primeros meses de 2021.
A través de su compañía Treyball Development, Smith producirá y supervisará la nueva serie, la cual será escrita y dirigida por el joven cineasta Morgan Cooper, quien convenció a la estrella de cine para hacer este reboot luego de mostrarle su cortometraje Bel-Air, el cual realizó en 2019 y está inspirado en El príncipe del rap, sólo que en un tono más dramático y en el que hace énfasis en los problemas raciales que se viven actualmente en Estados Unidos.
Aunque no se ha revelado de manera oficial, se sabe que los protagonistas de la serie serán los jóvenes actores James Hendricks y Rufus Burns, los mismos que participan en el cortometraje de Cooper.
De esta forma, el nuevo Príncipe del rap (aunque seguramente tendrá otro nombre) no será una divertida comedia ni tendrá risas grabadas ni contará las alocadas aventuras de un joven afroamericano surgido del barrio y su primo ricachón. Por el contrario, será una serie dramática que apelará a las emociones de los espectadores y mostrará muchas de las injusticias sociales y abusos policiales a las que se enfrenta la comunidad negra de manera cotidiana, sin importar si son pobres o ricos.
Originalmente, la serie contaba la historia de Will (Will Smith) un chico mujeriego y aficionado a la música rap, originario de los barrios pobres de Filadelfia, que luego de meterse en pleitos de pandillas, su abuela lo enviaba a casa de sus tíos –Phil, un juez honorable de California, y Vivian, una catedrática universitaria–, en la exclusiva zona residencial de Bel-Air, en Los Ángeles.
El primero de los 148 capítulos de la serie se transmitió en septiembre de 1990 y se mantuvo durante seis temporadas. La idea original surgió del representante y productor musical Benny Medina, cuya historia personal es similar a la del protagonista, pues de joven pasó de vivir en zonas marginales de Los Ángeles a ser “adoptado” por la familia de su amigo en Beverly Hills. Medina convenció a su colega Quincy Jones para asociarse y ofrecerle el proyecto a la cadena NBC.
Además, Benny Medina y Quincy Jones proponían para el papel principal a Will Smith –también conocido como The Fresh Prince– un carismático rapero y Dj ganador de dos premios Grammy, pero sin experiencia en el mundo de la actuación. Sin embargo, los ejecutivos de NBC no estaban muy de acuerdo con esa elección, pues querían a una celebridad más conocida y les incomodaba mucho que Smith volviera a verse inmiscuido en escándalos legales, como el que acababa de afrontar a finales de los 80, cuando fue embargado y quedó en bancarrota por deudas millonarias con el gobierno, pues durante toda su carrera en la música jamás pagó impuestos ni realizó declaraciones fiscales.
Como en la NBC ni siquiera querían darle a Will Smith la oportunidad de hacer casting para la serie, Benny Medina planeó una espectacular fiesta de cumpleaños para su amigo Quincy, a la que invitó a muchas de las más importantes estrellas de Hollywood, así como a los ejecutivos y productores de los principales estudios de cine y televisión, entre los que estaban, obviamente, los de la NBC. Y cuando estaban a mitad de la celebración, apareció Will Smith junto con un grupo de actores contratados, quienes luego de reacomodar los muebles de la casa, comenzaron a realizar algunos sketches basados en los guiones de El príncipe del rap. Al ver el entusiasmo y las carcajadas de todos los invitados con esa improvisada y forzada audición, Brandon Tartikoff, en ese entonces mandamás de la NBC, corrió con aquel chico afroamericano para que firmara ahí mismo un contrato para protagonizar la serie. Nacía ahí una estrella.