La actriz, que habla perfectamente español, no esperaba el impacto que causó la miniserie Gambito de dama, pero agradece tanto fervor y cariño de los espectadores hacia su personaje Beth Harmon

Por DANTE GUERRA

Es la sensación del momento, por su capacidad actoral pero también por su carisma y belleza. Anya Taylor-Joy es la reina que hace jaque mate en un mundo de hombres a lo largo de los siete episodios de Gambito de dama, la popular serie que es tendencia en Netflix. 

Pero de dónde salió este “nuevo” rostro que ha asombrado a Hollywood y al mudo entero. Aquí te damos algunas pistas.  

Anya es todo ojos. Y un estuche de monerías. Pasó del ballet al modelaje y luego la actuación. A sus 24 años ya tiene buena experiencia bajo los reflectores. Ha interpretado a más de 20 personajes en menos de cinco años. 

“Son muchísimas personalidades y una gran cantidad de tiempo invertido en tratar de entender a otros. Incluso un día me levanté y pensé ‘no tengo ni idea de quién soy’. Pero sólo estaba un poco cansada y ansiosa por los nervios de decepcionar a la gente que confiaba en mi”, confesó al respecto. 

¿Dónde la hemos visto antes? Además de aparecer en portadas en revistas de moda, tras su paso por las pasarelas, esta actriz brilló en The Witch, película de terror de 2015. También tuvo un rol destacado en Fragmentado y Glass (ambas del director M. Night Shyamalan), entre otras. Y en series de televisión ha participado en Peaky Blinders, La casa de las miniaturas y Atlantis. 

Por supuesto en Gambito de dama, la miniserie con la que ha enamorado a millones de personas. “Me siento muy emocionada y agradecida por las reacciones hacia la serie, también por el amor que hombres y mujeres han mostrado hacia Beth. Ha sido un viaje increíble y me alegro de que lo hayamos compartido”. 

Esta joven actriz nació en Miami en 1996, pero habla perfecto español porque su padre tiene raíces argentinas. De hecho, durante la infancia de Anya vivieron varios años en Buenos Aires, “y desde entonces me encantan las empanadas y el pan de provolone, que me gusta más que la pizza”, asegura ella. Luego se mudaron a Inglaterra y allí fue descubierta por una agente de modelos. 

“Vengo de muchos lugares diferentes”, confesó en una charla para Netflix, “pero creo que mi actitud ante la vida es argentina y agradezco mucho esa parte de mi historia, me siento muy orgullosa de mis raíces”. 

Luego su familia se mudó a Inglaterra y en Londres ella estudiaba además de tomar clases de ballet, pero no le pasaba por la cabeza  la idea de estar bajo los reflectores. Hasta que un día, a los 17 años, fue descubierta en un centro comercial por Sarah Doukas, la agente detrás del éxito de modelos como Kate Moss y Cara Delevingne. A partir de allí, todo ha sido un remolino de éxitos profesionales. 

Por supuesto, le encantan los roles de mujeres fuertes y trascendentes, como en la película Emma (basada en la novela de Jane Austen) y desde luego en la miniserie Gambito de dama. 

“Creo que las mujeres hoy tenemos una voz más fuerte y que la sociedad entiende que hay un problema de desigualdad. Antes no se tocaba tanto el tema, pero debemos seguir luchando. Va a tomar tiempo pero vamos a llegar a modificar esta sociedad que ha sido sexista durante gran parte de su historia”, detalló Anya Taylor-Joy convencida.  

Y abundo que “estamos llegando a un punto en el que cada vez se hacen más historias de mujeres y que además tienen éxito. Por mucho que odie el aspecto económico del arte, si las producciones funcionan entonces podremos seguir contando este tipo de historias”.   

Así que a grandes rasgos este es el perfil y el pensamiento de Anya Taylor-Joy, una reina de marfil que ha logrado jaque mate en el maravilloso mundo de las series de televisión.