Por ROBERTO G. CASTAÑEDA y ANDRÉS TAPIA
Fotografía: ALIN SURDU / UNSPLASH
Como nunca en mucho tiempo, hemos pasados días encerrados, atendiendo a la familia, los detalles simples que por causa del confinamiento se han convertido, repentinamente, en odiseas, si vale la exageración. En tales circunstancias, leer o mirar televisión, hábitos jamás erradicados, se volvieron el bálsamo de la desesperación y la manera que encontramos de estar en contacto con otras personas que no pertenecen a nuestro círculo cercano.
Vienen otros días de guardar, no sólo porque siempre ha sido así, sino porque en el mundo la pandemia registra un rebrote y las vacunas no llegarán tan rápidamente como deseamos. En Asesino en Series elaboramos esta lista de las que, a nuestra consideración, son las diez mejores series de televisión de uno de los años más infames que nos ha tocado vivir. Y, como en la realidad, hay de todo: drama, ciencia ficción, deporte, música, no ficción, hazañas, muerte… pero también mucha vida. Nos quedamos con esto último y, si les place, estos días hagan una revisión de estas series, o de sus favoritas, les aseguramos que en uno u otro caso, además de entretenimiento, hallarán muchas buenas razones para seguir aguardando por ese mañana que hoy se percibe tan cerca y tan lejos a un mismo tiempo.
Pese a todo, y precisamente por ello, toda la felicidad que se pueda y la mayor esperanza posible…
Los asesinos

Gambito de Dama (Netflix)
En uno de los años más trágicos y complejos en la historia de la humanidad, en el que el brote de una pandemia atemorizó y polarizó al mundo entero, la aparición de una historia ficticia en la que una huérfana, una niña, más tarde adolescente y al final una mujer, consigue despertar una admiración unánime y, no sólo eso, también el entusiasmo por un juego legendario que se presumía exclusivo de los hombres y de algunos círculos cerrados, es una de las mejores y más grandes noticias de 2020.
Beth Harmon, el personaje de la novela Gambito de Dama de Walter Tevis, la cual se publicó hace 37 años, se ha convertido en una inspiración que trasciende a las niñas, a las adolescentes y a las mujeres en tanto ha obligado a los hombres a bajar la cabeza y a poner una rodilla en tierra, pero no a modo de un acto de humildad, sino de sometimiento genuino ante la inteligencia, la fragilidad, las contradicciones y la fortaleza del género femenino en tiempos en los que ser mujer, de manera inconcebible, sigue siendo un asunto de alto riesgo.
La novela de Tevis, escrita hace casi cuatro décadas, se posicionó en el Top Ten de la lista de Best Sellers de The New York Times, los tableros de ajedrez comenzaron a venderse como si fuesen máscaras cubrebocas, la serie creada por Scott Frank y Allan Scott se convirtió en la miniserie más vista en la historia de Netflix y Anya Taylor-Joy hoy es la actriz con la que hoy sueñan productores y directores de cine y televisión. No necesito de todo lo anterior para afirmar que, para mí, es la serie del año. Y, siendo osado sin serlo y en retrospectiva, de muchos años atrás. (AT)

The Mandalorian (Disney+)
La segunda temporada de The Mandalorian reafirmó que la apuesta de Disney fue un gran acierto. Esta serie fue punta de lanza para la llegada de Disney+ a Latinoamérica y cumplió con las expectativas. La avalancha de suscripciones fue impresionante. Y apenas hace unos días los fans se mostraron emocionados por la trama, muchos incluso hasta lloraron o así lo manifestaron en redes sociales, “acusando” al director Jon Favreau de “jugar con sus sentimientos” en el desenlace de la segunda entrega.
Y esa es una de las virtudes de este serial, que ahonda en la parte emocional de una manera digna de analizar. Pero, ojo, aquí no venimos a spoilear.
Sólo diremos que la historia del cazarrecompensas Mando y su relación afectiva con The Child o Grogu (Baby Yoda, pues) tiene todo para ser recordada por los siglos de los siglos.
Ya el director dijo que la relación entre ambos no es del tipo padre-hijo, sino la de un hombre que opta por hacerse cargo de una responsabilidad: Pasó de ser una “valiosa carga” a una personita que debía proteger del mal y además educarlo como si fuera su aprendiz. Porque es un bebé, superdotado, pero a fin de cuentas un bebé asustadizo. Así que The Mandalorian ha maravillado. Y la tercera temporada ya es esperada con ansias por los seguidores del universo Star Wars. (RGC)

El último baile (Netflix)
A través de diez capítulos, The Last Dance nos guía por la fascinante época de gloria del basquetbolista Michael Jordan y los trofeos que ganó en la NBA junto a los Toros de Chicago. Claroscuros de un ídolo, que no se rehusó a hablar de sus manías, de sus defectos y virtudes. En formato de documental, El último baile recurre a diversas entrevistas y pasajes deportivos, juegos memorables y momentos de gloria sobre la duela.
Hablan sus compañeros o rivales: Scottie Pippen, Dennis Rodman, Magic Johnson, Larry Bird o el entrenador Phil Jackson, entre una pléyade de estrellas que van dando forma y fondo a esta vertiginosa montaña rusa de emociones. Como pretexto está la última temporada de Jordan con los Bulls, la 1997-98, pero se repasa la manera en que lideró al equipo para ganar seis campeonatos de la NBA.
Si acaso, su único defecto es que no profundizó demasiado en los episodios más sombríos de Michael Jordan, como su adicción al alcohol y las apuestas. Fuera de eso, un lujo presenciar “el último baile”, como diría el que es considerado el mejor basquetbolista de la historia. (RGC)

Patria (HBO)
Un pueblo del País Vasco es el escenario de una historia tan extraordinaria como dolorosa. Jesús María Lertxundi Altuna, un empresario que en la localidad es conocido como Txato, es asesinado una tarde de lluvia por un comando de la organización terrorista ETA. ¿El móvil? Txato no pagaba el tributo de guerra impuesto por los terroristas y se le consideraba un opresor de las clases trabajadoras. Ninguna de las dos razones es cierta, pero el terrorismo no suele elegir verdades como razones.
Lo peor de todo es que es mucho más complejo que eso. En la novela homónima de Fernando Aramburu de la cual fue adaptada la serie, la opresión desencadenada por la dictadura de Francisco Franco sobre el pueblo vasco matiza a la población que desea hablar en su idioma, el Euzkera, y practicar sus tradiciones. En tal circunstancia se origina un movimiento nacionalista e independentista que dio origen a lo que ya conocemos. Cuando la lucha deriva en terrorismo, hay éticas y morales que se sacuden. Otras no tanto.
Bittori, la esposa de Txato, y Miren, la mujer que es madre de un miembro del comando que asesina a aquel, son las protagonistas principales de una trama que indigna y desgarra las entrañas de españoles, vascos, extranjeros y de todo aquel que alguna vez haya sentido latir su corazón. El dolor, la rabia, la sinrazón y la amargura de ocho capítulos, se disipan de algún modo, de alguna extraña manera, en el plano secuencia final. Patria no es ni será nunca tan popular como La casa de papel, pero a cambio es mucho más grande y trascendental. (AT)

The Crown – 4ª temporada – (Netflix)
Las primeras tres temporadas de la serie producida por Netflix fueron tan buenas, que hubo quienes pensaron que la cuarta se desfondaría de la misma manera en que la Casa Real Británica lo ha hecho en innumerables ocasiones. No fue así porque detrás de The Crown existe una producción que raya en lo épico y, si me apuran, en lo divino. Y lo divino a veces es un as que un tahúr esconde bajo su manga. Y ese as –en realidad esa– se llama Diana.
La cuarta temporada de la serie que originalmente fue creada para mostrar el ascenso y el reinado de la reina Isabel II, se enfoca en el principio de la decadencia, en la ingenuidad de una aristócrata que se compra un cuento de hadas y se enamora de un príncipe azul, uno de verdad, que no es otro más que Carlos, el primogénito de la reina y, en consecuencia, el heredero al trono del Reino Unido.
Y el cuento se cumple, al principio, con la boda del siglo en la Catedral de St. Paul y todo eso que vimos en televisión y los que no lo vieron aún pueden encontrarlo en YouTube. Y luego se degrada, al final, con lo que no vimos pero que en algún momento publicó la prensa sensacionalista británica y que tenía que ver con la infidelidad permanente de Carlos en los brazos de Camilla Parker Bowlesy la venganza perpetrada por la princesa que no llegó a reinar.
Visto de esta manera parece un retrato de la revista Hola!, pero nada más equivocado. Que los chismes de alcoba rosa atraigan al populacho es algo inevitable. El tratamiento dado por The Crown a ese periodo oscuro de la Casa Real Británica es irreprochable. Lo único que jode es esperar un año más para ver lo que sigue. (AT)

Alta Fidelidad (Hulu)
Con Zöe Kravitz como protagonista, la serie Alta Fidelidad está basada en la cinta del mismo nombre que en el 2000 estelarizara John Cusack. Fue una película que se ha vuelto casi de culto. High Fidelity ha sido adaptada libremente para el formato televisivo, empezando porque el personaje central ya no es un hombre llamado Rob (Cusack) sino una chica llamada Robyn (Kravitz). Esta jovencita (hija del rockero Lenny Kravitz) trabaja en una tienda discos llamada Championship Vinyl y ese es el punto de inflexión para un repaso por su vida amorosa: rock y gozo, baladas y sufrimiento. Ella ama la música y la asocia invariablemente con su vida romántica.
Una de las virtudes de esta producción de Hulu es que se trata de una visión feminista, con una protagonista que puede ser tan sensible como dueña de una gran fortaleza. Además, es una historia incluyente, ya que sus colegas en la tienda de discos no son dos hombres heterosexuales (como en la cinta original) sino un ex novio que resultó ser gay y una chica afroamericana que sueña con triunfar como cantante. Una serie que es como el soundtrack de la vida amorosa de muchos, que tiene su encanto. Sin embargo, pese a las buenas críticas, no ha logrado explotar en popularidad. (RGC)

El presidente (Prime Video)
De la misma manera en que los políticos, con los modos de los prestidigitadores, suelen distraer a su audiencia agitando su mano derecha mientras que con la izquierda perpetran el engaño que llaman magia, los dirigentes del fútbol mundial hicieron lo mismo cuando se destapó el llamado FIFA Gate que dejó al descubierto una red de corrupción, sobornos y fraudes protagonizados por la cúpula que rige los destinos del deporte más popular del planeta.
No contaban, sin embargo, con que desde hace unos años existe una nueva narrativa tan factual como los periódicos y tan popular como el fútbol. La serie El presidente, creada por Pablo Larraín, detalla el mayor de los escándalos de esa red de complicidad que la FIFA ha tejido para asegurarse cada año, cada dos años, cada cuatro años, ganancias millonarias que llegan a superar el producto interno bruto no sólo de economías emergentes, sino también de las del llamado primer mundo.
La historia de Sergio Jadue, un hombre mediocre y ambicioso que llegó a dirigir la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile, y su involucramiento en las actividades de corrupción de la FIFA, es el hilo conductor de la trama que Prime Video llevó a las pantallas de sus suscriptores y que revela que detrás de hinchadas, ensoñaciones, hazañas y decepciones, hay una minoría que se beneficia de la pasión de millones de personas. La historia per se vale la pena, pero la presencia de Andrés Parra garantiza todo. Lo mejor de Prime Video en 2020. (AT)

Rompan todo (Netflix)
Producida por el Rey Midas del rock latinoamericano, Gustavo Santaolalla, Rompan todo tiene muchos méritos para estar en nuestro recuento. Empezando porque es una historia del rock muy bien hecha, con sus aciertos y fallas. Pero ha cumplido varios objetivos: reavivar la llama por un género que anda a la baja, generar discusiones y polémicas que hacen bien. Tanto así que Rompan todo se volvió tendencia en redes sociales.
En Netflix estarán más que satisfechos con los resultados y el interés que ha despertado, pero más allá de eso la miniserie de seis capítulos repasa la historia del rock latinoamericano haciendo escalas en los sucesos culturales, sociales, económicos y políticos que marcaron a los protagonistas y a la gente. De Argentina a México, de Charly García a Alex Lora, de Soda Stereo a Caifanes (brevemente, pero sí los honran), de Los Ilegales a Aterciopelados, de Julieta Venegas a Los Fabulosos Cadillacs. Rompan todo ha provocado furor y las discusiones continuarán porque “nos siguen pegando abajo”. (RGC)

Teherán (Apple TV+)
En los hechos Apple no necesita crear series de televisión para seguir siendo una de las empresas más grandes e importantes del mundo: sus teléfonos inteligentes, computadoras y tabletas le bastan para seguir dominando el mercado que les atañe e influir en otros. Pero si pueden darse el lujo de irrumpir en otro ámbito y de marcar una tendencia, no van a quedarse cruzados de brazos. Apple TV+ es la prueba de ello.
Teherán, una serie que explora el conflicto Irán-Israel, es la muestra de que la compañía que fundó Steve Jobs ya empezó a preocuparse, verdaderamente a preocuparse, por desarrollar contenidos que puedan rivalizar con aquellos que producen Netflix, HBO, Prime Video y Disney+ sus admirados pero hasta hoy no superados rivales.
En el ritmo y la cadencia de series como Homeland, House of Cards y Fauda, Teherán es el producto más acabado, fino y extraordinario que ha producido Apple TV+: no pasan más de diez minutos del primer capítulo de los ocho que componen la serie y las uñas de los dedos de los espectadores empiezan a sangrar.
Y continuarán sangrando porque la primera temporada no es conclusiva. Una historia de espías que no es complaciente con los judíos ni condescendiente con los musulmanes y que exhibe el ajedrez que desde hace décadas están jugando los dos principales protagonistas del conflicto de Medio Oriente. Una joya. La primera joya de Apple TV+. (AT)

Lo que hacemos en las sombras (HBO)
Basada en la película del mismo nombre (2017), Lo que hacemos en las sombras es una de las mejores series de HBO. Este 2020 se estrenó la segunda temporada y se ha vuelto una de las favoritas de quienes adoran la comedia. Esta serie creada por Taika Waititi (director de la aclamada Jojo Rabbit) y el comediante Jemanine Clement, está centrada en tres vampiros: Viago, Decon y Vladislav, quienes deben adaptarse al mundo moderno. Algo así como Entrevista con el vampiro, sin Tom Cruise ni Antonio Banderas, pero con mucho humor e irreverencia que te hace soltar carcajadas cuando menos lo esperas.
Estos tres vampiros que viven en Staten Island, deben preocuparse por pagar la renta, mantener limpia la casa, irse de parranda, organizar una orgía o tramitar la nacionalidad gringa. Todo ello presentado con un formato de falso documental.
La primera temporada fue muy apreciada, pero los fans están convencidos de que la segunda es mejor: Lo que hacemos en las sombras mantiene su frescura, está llena de sketches geniales y te mata de la risa. Tanto ha sido su éxito que ya se ha anunciado la tercera entrega para el primer trimestre del 2021. (RGC)