La muerte de la actriz Conchata Ferrell, uno de los pilares en el éxito de Two and a Half Men, nos recuerda la importancia de los actores de soporte en las películas y series
Por DANTE GUERRA
“Este tipo es como el herpes genital. Una vez que se te pega lo tendrás por el resto de tu vida”, fue la advertencia que le hizo el ama de llaves a Charlie Sheen. Bueno, mejor dicho, a su personaje en la serie Two and a Half Men. Así era Berta, la mujer que asistía en la casa de Charle Harper: claridosa y un tanto ruda, pero entrañable.
Berta es un personaje que se ganó el cariño de la gente gracias a su alto nivel de sarcasmo que destilaba en cada una de las 12 temporadas. Tan entrañable que los fanáticos de Dos hombres y medio sintieron la muerte de Conchata Ferrell, la actriz que encarnaba a la nada sutil Berta. Para los seguidores mexicanos quedarán grabados en la memoria su voz ronca (excelente doblaje), sus chalecos de abuelita, su figura de Tronchatoro y sus constantes discusiones con Alan Harper (Jon Cryer), a quien no bajaba de pusilánime y bueno para nada.
Pero Conchata Ferrell era mucho más que esa ama de llaves pacheca y mandona de Two and a Half Men. Ella es el mejor ejemplo de lo importantes que son los actores de soporte en las series de comedia, esos que apuntalan el proyecto y acentúan lo que se tiene que acentuar para darle sentido a determinada escenas o momentos.
Fallecida a los 77 años de edad, de un paro cardiaco, esta actriz no sólo es “Berta” (su papel más recordado), sino una profesional con formación teatral que también incursionó en el cine con papeles secundarios en producciones como El Joven Manos de Tijera, Mystic Pizza, Erin Brokovich y La Fuga, entre otros.
Conchata Galen Ferrell estuvo presente en las 12 temporadas de Dos hombres y medio y con su talento bordó un papel que parecía hecho a su medida, así que basados en su ácido sentido del humor podemos estar seguros que le gustaría este epitafio para su entrañable personaje: “¡Ya bailó Berta!”.