Rompan todo: nos siguen pegando abajo

Por ROBERTO G. CASTAÑEDA

Rompan todo es la miniserie definitiva sobre la historia del rock en América Latina. No sólo es un recuento musical, sino un testimonio social y cultural a coro, con los protagonistas de la escena continental.

Es un documento visual magnífico, con escalas en todas las décadas y en las urbes más importantes: Buenos Aires, Ciudad de México, Santiago de Chile, Montevideo y así sucesivamente. Todas “las mutaciones que ha sufrido el rock”, como sintetizó Pedro Aznar en este lanzamiento de Netflix.

El preámbulo es la semilla, de los Teen Tops a Los Locos del Ritmo, que iniciaron la locura para poner los cimientos del rock en español. De México hasta Argentina, los exponentes mexicanos “le dieron el castellano” al rock.

Y de allí en adelante, Rompan todo nos va llevando a un recorrido puntual sobre las modas, los revulsivos, los puntos de quiebre y los momentos medulares que dieron forma y fondo a nuestro rock. A la par de la narración musical y performances de grupos o solistas, nos va poniendo en contexto social y cultural de cada país que fue parte trascendental en esta fabulosa historia.

De manera certera, músicos de distintas nacionalidades nos van guiando por este camino sembrado de piedras, oro y hasta bisutería. Hablan con conocimiento de causa, fueron testigos de la lucha por sobrevivir a la represión, dictaduras, las crisis económicas y la censura, entre otras “linduras”.

Resulta enriquecedor escuchar testimonios de las piedras angulares, como Charly García o Alex Lora, Fito Páez, Luis Alberto Spinetta o León Gieco. También de los rockeros que les sucedieron: Gustavo Santaolalla, Andrés Calamaro, Los Prisioneros, Vicentico, los Tacvbos, Maldita Vecindad, Julieta Venegas y así cronológicamente. Incluso David Byrne (Talking Heads), nos demuestra su conocimiento, su pasión de y por el rock en nuestro idioma.

También hay un balance, aunque un tanto breve, sobre el papel de las mujeres a lo largo de esta historia rocanrolera, como la ya mencionada Julieta, Andrea Echeverri, Mon Laferte o Rita Guerrero, por citar algunas.

México y Argentina juegan papeles fundamentales, como se aprecia. En tierra azteca hubo momentos que marcaron un antes y un después, represión, marginalidad, crisis sociales en los que el rock levantó el puño: El Festival Avándaro en 1971, la persecución policíaca posterior con su típico “apañón”, el devastador sismo de 1985 que derribó la indiferencia de la gente y provocó que el rock resurgiera, la rebelión zapatista de enero de 1991 que alimentó el fuego de la comunidad artística.

Argentina, con el exilio de músicos debido a la dictadura militar, regó semillas por todos lados. Las devaluaciones, la satanización y la censura también fueron caldo de cultivo para una escena musical notable que se desbordó a nivel continental. Todo eso, con una banda sonora incendiaria nos va ubicando en el contexto y nos detalla por qué “nos siguen pegando abajo”, como diría Charly García. Apenas en 2019, el pueblo chileno tomó como himno “El baile de los que sobran” (Los Prisioneros), para protestar y exigir reformas sociales.

De hecho, Rompan todo debe su título a la mítica frase que soltó Billy Bond durante un concierto de La Pesada, cuando la policía irrumpió en el Luna Park de Buenos Aires para disolver a la multitud: “Rompan todo”, juran que gritó Billy aquel 20 de octubre de 1972. Y los espectadores destrozaron asientos, vallas y lo que encontraron a su alcance. “Rompan todo”, una máxima que hace justicia y mueve al rock latinoamericano.

Habrá críticas a esta producción, seguramente. Que si es un recuento “por encimita”, que si faltaron éste y aquel, que sólo es para neófitos y no sé cuántas cosas más. Pero algo es seguro: esta miniserie hará más por el rock latino que todo lo que yo escribí por años al respecto (aunque no soy un experto, aclaro) o será más trascendente que aquello que infinidad de músicos han aportado durante los lustros que llevan tocando.

Ahora mismo “el rock pasa por un momento de hibernación”, cito a Santaolalla, “está en cuarentena”, pero soy un convencido de que Rompan todo es un documento visual que motivará a las nuevas generaciones a tomar la guitarra y levantar el puño.