The Vow: la historia de un idiota y sus idiotas seguidores

Por ANDRÉS TAPIA

Dados los tiempos que vivimos, el que una amiga aparezca en una serie documental de televisión no debería ser del todo sorprendente. Lo es, sin embargo, cuando la serie en cuestión es The Vow y versa sobre la secta NXIVM que fue fundada y dirigía Keith Raniere, hoy convicto y sentenciado a 120 años de prisión por tráfico sexual, tráfico sexual de menores, conspiración y conspiración para ejecutar trabajos forzados.

The Vow, producida por HBO y dirigida por Jehane Noujaim y Karin Amer, es un documental de claroscuros que, siendo grotescamente simplistas, exhibe la manera en que Raniere creó un culto a partir de una serie de programas de superación personal en los que fueron involucrándose diversas celebridades de distintos ámbitos al punto de trascender su centro de operaciones, Albany, Nueva York, y convertirse en una “organización” internacional.

Raniere, un tipo seductor y manipulador cuya mayor “virtud” era (¿es?) encontrar debilidades en la psique de sus discípulos, hombres y mujeres, y “obligarlos” a trabajar para su organización –una compañía de marketing multinivel que operaba en base a un sistema piramidal–, es, por supuesto, el cerebro detrás de toda la trama criminal. Pero no es el único. Y al decir esto no nos referimos a su guardia pretoriana, la cual estaba compuesta por mujeres que mantenían relaciones sexuales con él y que, además, se encargaban de conseguirle más adeptas. No, no sólo es él y ellas, sino también los arrepentidos, hombres y mujeres, sobre cuyos testimonios se construye The Vow.

La estupidez humana, se sabe desde tiempos inmemoriales, es infinita. Y si algo queda claro en esta serie documental es que, en pleno Siglo XXI, existen personas que pagarían miles de dólares por ser mejores personas. Bien, no está mal querer mejorar. Pero hacerlo a partir del discurso obtuso y patético de un filósofo de cuarta cuya agenda ulterior contempla una serie de crímenes y actos ilícitos que algunas personas tardaron hasta 12 años en descubrir, es estirar la liga a un extremo inédito.

Precisamente por ello The Vow no es una serie sencilla de ver: los primeros testimonios de los arrepentidos inician describiendo el aura mística y divina de Keith Raniere, y la falta de aceptación de sí mismos de las mujeres y hombres que le pavimentaron el camino. En el primer episodio, “The Science of Joy”, uno experimenta ganas de vomitar ante la ingenuidad y estupidez de los alguna vez integrantes de NXIVM.

Sin embargo, si se logra avanzar en la serie, se cae en la cuenta que los adeptos de Raniere no son personas improvisadas carentes de educación formal avanzada. Por el contrario, en la mayoría de los casos son profesionistas, muchos de ellos exitosos que, no obstante, padecen de alguna disfunción emocional que no son capaces de superar, enfrentar o asimilar, y por ello sienten (sienten, sí, no piensan, porque queda claro que ellos no piensan) que Vanguard –el apodo que utiliza Raniere para distinguirse en NXIVM– es el guía que los llevará a cruzar el Jordán.

La lista de notables que ingresaron a NXIVM cuenta con las hermanas Sara y Clare Bronfman, hijas del magnate Edgar Bronfman Sr. y herederas del emporio Seagrams; la actriz Allison Mack, que se hiciera famosa por su participación en la serie Smallville y que a la postre se convirtió en una de las mujeres más allegadas a Raniere; India Oxemberg, hija de la actriz Catherine Oxemberg, quien a través de su madre está emparentada con la familia real británica; Emiliano Salinas, hijo del ex presidente mexicano Carlos Salinas y una de las cabezas de playa de NXIVM en México, al igual que Rosa Laura Junco de la Vega, hija del propietario de los periódicos El NorteReforma y Mural.

El tono condescendiente de The Vow, que se tarda en tomar partido pues deja hablar de las cosas positivas de NXIVM a los ex miembros del culto, acaso se origina en una suerte de culpabilidad, pues la documentalista Jehane Noujaim fue reclutada por Sara Bronfman y tomó un curso de dos semanas de duración, lapso en el escuchó acerca de los abusos cometidos por Raniere y su círculo cercano. En tal circunstancia la serie documental tiene su origen. 

Tras haber concluido en octubre pasado, HBO anunció que se filmará una segunda temporada de The Vow, la cual se enfocará en el juicio a Raniere, hecho que, en teoría, debería hacerla más sustancial y emocionante que la primera si es que, claro, Noujaim y Amer al fin se decantan por tomar partido.

Pese a su narrativa artificialmente objetiva, la falta de un mea culpa contundente por parte de los protagonistas y las larguísimas nueve horas de duración de sus nueve episodios en los que bien pudieron haber prescindido de sus pretextos y justificaciones, The Vow es un trabajo que debe ser visto no sólo para concientizar al Mundo de los peligros que suponen esos farsantes que venden curas para el alma y que son incapaces de hacer algo por las suyas.

Y también para caer en la cuenta que hay personas alrededor nuestro que, como mi amiga Mariana, son susceptibles de dejarse engañar por individuos como Keith Raniere y, en consecuencia, en su estupidez, volverse cómplices de sus atroces mentiras.