Así como El ciudadano Kane marcó un antes y un después en la historia del cine, los críticos y especialistas no dudan en señalar que Los Soprano hizo lo mismo en el mundo de las series al presentar la historia de un atormentado gángster de Nueva Jersey que debía acudir a terapia para lidiar con el estrés del trabajo, la familia y sus demonios personales
Por ROGELIO SEGOVIANO
Si bien los críticos de cine no dudan en afirmar que la película El ciudadano Kane, de Orson Welles, marcó un antes y un después en la historia del cine, los especialistas en la pantalla chica tampoco se la piensan mucho al asegurar que Los Soprano, de la cadena HBO, también marcó un antes y un después en las series de televisión.
De la mano del productor, director y guionista David Chase, así como del ya fallecido actor James Gandolfini, Los Soprano no sólo vinieron a darle la vuelta al género de gángsters, sino que ayudó a redefinir el estilo de las series desde su concepción y desarrollo, hasta la manera de promoverlas, transmitirlas y comercializarlas.
En la serie de HBO, Gandolfini da vida a un mafioso de Nueva Jersey (Tony Soprano) un tipo calvo, obeso, violento y antipático, que intenta liberarse de sus culpas y demonios acudiendo al psicoanalista. Representaba, como nadie, el fracaso y la angustia, el miedo y la cárcel existencial. En otras palabras, el drama del hombre moderno en toda su extensión.
Originalmente, la historia fue pensada como una película de largometraje que giraba en torno a un mafioso en terapia que tenía problemas con su madre, sin embargo, el representante de David Chase lo convenció de transformar esa idea en una serie. Así, en 1995, Chase firmó un contrato con la productora Brillstein-Grey y escribió el guion del episodio piloto.
Para construir la historia de Los Soprano, el autor incorporó muchas de sus experiencias personales de la infancia y adolescencia en Nueva Jersey, donde creció y conoció de primera mano la forma de operar de los gángsters locales de origen italiano, principalmente de los miembros de la familia DeCavalcante, la más importante y peligrosa del estado.
Además, la tormentosa relación entre Tony Soprano y Livia, su madre, se basa en buena medida en la relación del propio Chase con su madre. Durante esa época, el productor y guionista también fue a terapia y modeló el personaje de la Dra. Jennifer Melfi (Lorraine Bracco) a partir de su propio psiquiatra. Influenciado también por las películas y series en torno a la mafia que veía (Los Intocables era su favorita), pensaba que abordar ese tipo de historias le permitiría explorar en otros temas como la identidad italo-estadounidense y la naturaleza de la violencia.
Antes de llegar a HBO con su proyecto, Chase le ofreció Los Soprano a varias cadenas, entre ellas a FOX, que mostró gran interés en producir la serie, pero el creador decidió rechazar la propuesta cuando los ejecutivos de esa compañía intentaran realizar diferentes cambios al guion. Por suerte, en HBO, que desde un principio sabían que tenían en sus manos “un garbanzo de a libra”, le garantizaron una libertad creativa absoluta, así como un mayor presupuesto para el episodio piloto.
“Esta serie trata sobre un tipo en torno a los cuarenta años. Ha heredado el negocio de su padre y está tratando de modernizarlo a nuestros días, con todas las responsabilidades que ello implica. Tiene una madre autoritaria de la cual aún trata de escaparse. A pesar de que ama a su esposa, ha tenido una aventura. Tiene dos hijos adolescentes y está haciendo frente a la realidad. Está preocupado y deprimido, y comienza a ver a una terapeuta porque está buscando el significado de su propia vida”, reveló en entrevista con Vanity Fair Chris Albrecht, director de contenidos de HBO, para quien el la única diferencia entre Tony Soprano “y el resto de la gente que conozco, es que él es el Don de Nueva Jersey”.
El primer episodio de Los Soprano se transmitió por el canal de televisión Premium en enero de 1999, y el ciclo llegó a su fin en junio de 2007. Durante este lapso fue reconocida con múltiples premios y reconocimientos, entre los que destacan 21 Grammy y cinco Globos de Oro. La revista The Hollywood Reporter la consideró «La mejor serie del nuevo milenio», mientras que la revista Rolling Stone la eligió en 2016 como la número uno en su lista de “Las 100 mejores series de todos los tiempos”.
Si bien la primera opción de David Chase y HBO para interpretar al conflictuado mafioso era el actor Steve Buscemi, la directora de casting Susan Fitzgerald le pidió a los productores que invitaran a James Gandolfini para hacer una audición, y para convencerlos les mostró una edición de su participación en la película True Romance, donde hacía de matón de un cartel de la droga. Al verlo en su prueba, Chase supo de inmediato que había encontrado a su protagonista.
Por cierto, respecto al resto del elenco, Chase pidió que se buscara a los actores de origen italiano que ya habían participado en otras películas y series de gángsters, para que el público hiciera una inmediata relación. El resultado fue que, por ejemplo, 27 actores que trabajaron en la cinta Buenos muchachos (Goodfellas), de Martin Scorsese, se reencontraron en el set de Los Soprano.