Surge otra polémica, porque el gobierno británico le pidió a Netflix que le baje una rayita a su intensidad en esta popular serie
Por DANTE GUERRA
Punto para The Crown. Aunque intenten “controlar” los daños a la imagen de la realeza y las autoridades británicas, sólo le están echando más leña a la hoguera. Sorprende que sea el gobierno del Reino Unido, a través de su departamento de cultura, el que pida que Netflix le baje una rayita a su intensidad.
El asunto está así: Oliver Downden es el “mensajero” que ha pedido a Netflix que incluya un aviso en cada capítulo de las cuatro temporadas de The Crown para «advertir» que se trata de una “obra de ficción”.
Y todo porque la Reina Isabel, el Príncipe Carlos y el resto de los habitantes del Palacio de Buckingham son retratados con sus luces y sombras (¡pero qué sombras!), lo que seguramente ha lastimado su ego y su orgullo aristocrático. Por supuesto, tampoco la primera dama Margaret Tachter sale bien librada.
Los productores ya han dejado en claro que este serie es una combinación de hechos históricos con sus licencias y florituras dramáticas. El mismo Peter Morgan, creador de The Crown, nunca ha rechazado que se tomó algunas “libertades creativas”. Pero el éxito ha levantado ámpulas en las altas esferas del Reino Unido.
Por ello es que Oliver Downden, titular de la Secretaría de Cultura, manifestó que “es una obra de ficción muy bien producida, así que Netflix debería dejar claro que es precisamente eso, una obra de ficción. Así como se hace al inicio de otras series”.
Según el funcionario inglés, eso evitaría que “los espectadores que no vivieron los sucesos de esa época puedan confundir la ficción con los hechos reales”. Las declaraciones de Oliver Downden no fueron bien vistas en general y en lugar de restarle puntos a The Crown, sólo alimentaron el morbo. Así que no sé qué esperan, mejor corran a checarla. Y ya estarán comentando qué tal arde la realeza en el fuego de las vanidades.