El actor danés Giancarlo Esposito (¡sí, nació en Copenhague!) revive su carrera gracias a los villanos: en The Mandalorian es Moff Gideon, el tipo que quiere dominar la galaxia y matar a Baby Yoda, mientras que en Breaking Bad y Better Call Saul es Gus Fring, el narcotraficante en guerra por la plaza de Albuquerque; podría ser también el Doctor Doom en Los 4 Fantásticos
Por ROGELIO SEGOVIANO

A pesar de contar con casi 50 años de carrera en el teatro y la televisión, así como de trabajar en el cine a las órdenes de directores de la talla de Spike Lee, Abel Ferrara, Bryan Singer y Michael Mann, para la mayoría de las personas el actor Giancarlo Esposito era prácticamente un perfecto desconocido hasta antes de participar en las series Breaking Bad y su precuela Better Call Saul.
En ambas series, Esposito interpreta el personaje de un frío y calculador narcotraficante llamado Gustavo Gus Fring, quien aparentemente es un respetado empresario dueño de la cadena de restaurantes Los Pollos Hermanos, pero que en realidad es un ambicioso criminal que se disputa ferozmente la plaza de Albuquerque por la distribución de metanfetamina, contra el clan de la familia Salamanca.
Con el éxito de Breaking Bad creció también la popularidad de Giancarlo Esposito, quien aprovechó ese segundo aire en su carrera para conseguir el papel de Moff Gideon en The Mandalorian, un destacado miembro en la estructura del Imperio Galáctico que vive obsesionado con encontrar a Grogu (Baby Yoda) para estudiarlo y descubrir el secreto de sus poderes Jedi.

Y tan bueno ha sido su trabajo como villano en esta serie, que muchos de los fans de Star Wars no dudaron en convertirlo en uno de los personaje emblemáticos de la saga, sobre todo porque poseía la mítica espada láser de hoja negra conocida como darksaber, la cual perteneció a Tarre Vizsla, el único guerrero mandaloriano que ha sido miembro de la Orden Jedi.
Incluso, se ha llegado a especular que Moff Gideon podría llegar a convertirse en Snoke, el siniestro Líder Supremo de la Primera Orden que aparece en los Episodios VII y VIII de la saga Star Wars, pero cuyo origen siempre ha representado un misterio. De hecho, la teoría cobró fuerza al final de la segunda temporada de The Mandalorian, cuando fue derrotado por Din Djarin y tuvo que entregarle el darksaber, pero sobrevivió y fue enviado a una prisión de la Nueva República, no sin antes revelar que hizo experimentos en su cuerpo con la sangre de Baby Yoda.

En una entrevista reciente con la revista Empire, Giancarlo Esposito –originario de Dinamarca, pero hijo de un carpintero italiano y una cantante de blues y ópera estadounidense– comentó un poco en broma y un poco en serio, que ahora que Disney+ anunció una avalancha de nuevos proyectos en el universo Star Wars, le gustaría mucho que hicieran un spin-off de Moff Gideon, pues es un personaje que todavía guarda muchos secretos.
Por lo pronto, este 2021 volveremos a ver a Esposito en un par de películas independientes, así como en la temporada final de Better Call Saul, en la que su personaje de Gus Fring deberá poner punto final a su conflicto con los Salamanca. Se rumora que más adelante también podría interpretar a otro villano épico: el Doctor Doom, en la película sobre Los 4 Fantásticos que ya preparan los estudios Disney.
Al ser cuestionado por El País, en torno a su preferencia por interpretar a los villanos de las historias, Esposito señaló que “en realidad, yo soy lo opuesto a estos personajes que interpreto, aunque quizá tenga algo de malo en mi interior. Es emocionante ser el malo, la gente muchas veces piensa cómo sería si ellos pudieran hacer esas cosas”.
También comentó que se siente cómodo dando vida a personajes secundarios. “Los espectadores quieren algo diferente, no quieren los personajes de siempre, quieren personajes complejos con problemas internos y con las decisiones que tienen que tomar. El público es más inteligente que nunca ahora a la hora de ver películas y series y me encantan los personajes secundarios que me permiten no solo utilizar las palabras sino todas las habilidades interpretativas para tratar de robar las escenas a los protagonistas”, dijo.
